Esquivias ha conservado a lo largo de la historia documentos, sobre todo de los archivos parroquiales que hacen referencia a la presencia de Cervantes en Esquivias.
Poder de Juana Gaitán, documento firmado el 22 de Septiembre de 1584 ante el escribano de Esquivias, Agustín del Castillo.
“Sepan cuanto esta carta de poder vieren como en el lugar de Esquivias, jurisdicción de Toledo, a veinte e dos días del mes de septiembre de mil e quinientos e ochenta e cuatro años, ante mi el presente escribano e testigos de yuso escriptos, parescio presente la señora doña Juana Gaitán, mujer del señor Diego de Hondaro, vecinos del dicho lugar; y la susodicha en presencia del dicho su marido y con su licencia, que le pidió y él le concedió para otorgar e jurar esta escriptura de poder (...) para poder imprimir el Cancionero de Pedro Laínez, su primero marido, difunto, (...) a lo cual fueron presentes por testigos Miguel de Cervantes, vecino de Madrid, y Alonso de Morales e Bartolomé de Morales vecinos del dicho lugar...”
Partida de casamiento de Miguel de Cervantes y Catalina de Palacios “En 12 de diciembre (1584) el reverendo señor Juan de Palacios teniente desposó a los señores Miguel de Cervantes vecino de Madrid y doña Catalina de Palacios vecina de Esquivias testigos Rodrigo Mexía Diego Escribano y Francisco Marcos. Firmado el Doctor Escribano”
Folio 95 vuelto; Libro de Defunciones y Matrimonios de la Parroquia de Esquivias (1578-1607).
El 25 de junio de 1586, Catalina y Cervantes aparecen como padrinos del niño Juan, según consta en las actas bautismales de la parroquia de Esquivias.
“En veinticinco días del dicho mes y año bautizó el susodicho a Juan, hijo de Simón Hernández y de su mujer Francisca María Romana, fueron sus compadres Miguel de Cervantes y Doña Catalina su mujer, encargóseles el parentesco espiritual, testigos Gonzalo de Salazar y Francisco Marcos, vecinos del dicho lugar. Firmado Gabriel de Cáceres”.
Folio 49 vuelto. Libro III de difuntos de la parroquia de Esquivias.
El 9 de agosto de 1586 firma en Toledo dos documentos junto a su suegra. Uno de ellos es una carta de poder de Catalina de Palacios a su yerno Miguel deCervantes según la cual le otorga toda potestad sobre sus bienes, nombrándole administrador absoluto de toda su hacienda y dejándola en sus manos. Por él podría cobrar, convenir y vender, el documento revela que en el hogar de Esquivias reinaba la concordia y las buenas relaciones que tenía con su suegra cuando demostró tanta confianza en él.
“Sepan cuantos esta carta de poder vieren como yo, Catalina de Palacios, viuda mujer que fui de Hernando de Salazar Vozmediano, vecina del lugar de Esquivias, jurisdicción de la ciudad de Toledo, otorgo que doy mi poder cumplido, el que de derecho se requiere y es necesario, para mejor valer, a mi yerno Miguel de Cervantes Saavedra, vecino del dicho lugar, questa presente, especialmente para que por mi y en mi nombre pueda pedir, recibir, haber e cobrar de todas e cualesquiera personas de cualquier condición que sean, todos e cualquier maravedis e otras cosas que se me deben e devieren por escritura o sin ella (...) en el dicho lugar de Esquivias a nueve días del mes de agosto de mil e quinientos e ochenta e seis años, estando presentes por testigos Francisco Marcos, Antón Doblado y Antón Doblado, su hijo, vecinos del dicho lugar ...”.
Archivo de Protocolos de Toledo. Año 1586. folios 50 vuelto y 51.
El otro documento es la carta dotal de Miguel de Cervantes a su esposa, en la cual se reseñan los bienes inmuebles que recibe de su suegra y que tenían un valor de algo más de 400 ducados.
Miguel se instala con su esposa de momento, pero pronto iniciará un permanente peregrinaje que será una constante a lo largo de su vida. A los tres años de casarse, debido a su oficio de recaudador de impuestos, debe trasladarse a Sevilla, pero hace continuos viajes a Esquivias.
Permanece en Esquivias hasta el 24 de abril de 1587, cuando se dirige a Toledo siguiendo a la procesión de Santa Leocadia, y después se marcha a Sevilla, donde obtiene el cargo de comisario real de abastos para la Armada Invencible. Inicia así un constante peregrinaje por Andalucía como recaudador, pero también realiza constantes viajes a Esquivias para visitar a la familia y acudir a actos sociales y a Madrid para publicar sus obras.
A mediados de junio de 1594, cuando termina su trabajo como comisario, Cervantes abandona Sevilla y de paso hacia Madrid, vuelve a Esquivias, donde permanece dos meses, ya que, en agosto se instala en Madrid con su esposa. Pero, a finales de año, recibe comisión para cobrar rentas reales en Granada, se dirige a Esquivias con su esposa y comienza la comisión.
En febrero de 1599 se traslada de nuevo a Esquivias y en agosto de 1600 se dirige a Toledo junto a Catalina para asistir al ingreso de su cuñado Fernando de Palacios como novicio en San Juan de los Reyes. Toma el nombre de fray Antonio de Salazar cuando se hace franciscano. El 19 de agosto hace testamento antes de ingresar en el monasterio, el documento demuestra la cordial relación entre fray Antonio, su hermana y Cervantes.
Fernando de Palacios nombra herederos a Francisco de Palacios y Doña Catalina de Palacios, su hermana, por iguales partes, tanto al uno como al otro.
“Y para cumplir y pagar y ejecutar este mi testamento, y lo en él contenido, dejo y nombro por mis albaceas y testamentarios y ejecutores, a los dichos Miguel de Zerbantes y Francisco de Palazios y cada uno y cualquier dellos por sí in solidum.”
Cervantes y Catalina permanecen en Toledo hasta el 17 de septiembre, día en que fray Antonio tomó el hábito, junto a Francisco de Palacios, el otro hermano de Catalina, que era parroquiano de la iglesia de San Justo y Pastor de Toledo, donde ejercía el oficio de subdiácono.
Cervantes permaneció un tiempo en Toledo, ocupado en negocios particulares y recorriendo frecuentemente las 12 leguas que separaban Toledo de Madrid, pasando por Esquivias.
El 27 de enero de 1602,Cervantes aparece como padrino junto a Juana Gaitán de la niña María, así aparece en el acta bautismal perteneciente a la iglesia parroquial de Esquivias.
“En el lugar de Esquivias a veinte y siete días del mes de enero año de mil seiscientos y dos, el Doctor Alonso de la Peña cura de la Iglesia del dicho lugar bautizó a María hija de Bartolomé de Ugena y Ana de la Peña su mujer, fueron compadres Miguel de Cervantes y Doña Juana Gaitán encargóseles el parentesco espiritual testigos Antonio de Vivar Salazar y Juan de Salcedo, vecinos del dicho lugar y lo firmé. Doctor Peña”.
El 26 de noviembre de 1602, parece ser que el matrimonio se encuentra en Esquivias, donde acuden a la inauguración de la ermita de San Roque.
A mediados de 1604, Miguel cumple el objetivo de reunir a toda su familia (sus hermanas, su sobrina y su mujer) con la que se instala en Valladolid, pero a principios de 1606 con su esposa vuelve a establecerse en Esquivias y realiza viajes a Toledo, sin embargo, a mediados de año, otra vez tras la corte, se trasladan a Madrid. En la primavera de 1611 viajan a Esquivias, donde permanecen hasta el 31 de enero de 1612, cuando vuelven a Madrid acompañados por su sobrina Constanza.
A principios de abril de 1616, Miguel de Cervantes realizó su último viaje a Esquivias, donde se quedará pocos días para regresar a Madrid ya enfermo de hidropesía y morirá el 22 de abril. En 1617 su esposa Catalina gestiona con Juan de Villarroel la impresión de “Los Trabajos de Persiles y Segismunda”, su obra póstuma. Catalina morirá el 30 de octubre de 1616 en Madrid y será enterrada junto a su esposo, tal y como expresó en su testamento: “...deseo me entierren en el Convento de las Trinitarias junto a mi esposo al que tanto amé en vida...”